05/09/2022 | Por Silvia Bressan, compañera de la Facultad Regional Avellaneda
Quiero contarles lo que significó para mí capacitarme en la UTN, primero cursando la Tecnicatura “TAGIES” y luego la Licenciatura “LAGIES”.
Recibirme el año pasado, a los 64 años de edad, fue un gusto personal. Tiempo atrás, a los 45 años, había empezado a cursar el Profesorado de Química, pero como una debe tomar decisiones en la vida, decidí priorizar mi trabajo como técnica química y relegar el estudio.
Cuando tenía 56 años se gestó la oportunidad de cursar la segunda cohorte de la tecnicatura en la Regional Avellaneda, siendo cabecera la Regional Santa fe. En ese momento no estaba convencida de anotarme para cursar, pero Mariana y Gabriela, dos queridas compañeras, me avisaron: “MUDITA (ese es mi apodo) te anotamos para cursar la Tecnicatura.”
Al principio costo, pero siempre me sentí muy acompañada por mis compañeros de cursada ya que estudiábamos en equipos donde todos participábamos. A su vez, recibimos el apoyo y el aliento total de aquellos compañeros que ya se habían recibido en la primera cohorte. Fue una experiencia hermosa poder participar en una colación de grado donde una era la actriz principal.
Mientras tanto se iba gestando la carrera de la Licenciatura y ahí si estaba decida a anotarme. En un contexto excepcional, a causa de la pandemia, se cursó la mayor parte de la carrera a través de la plataforma Zoom; siendo cabecera la Regional Córdoba. Fue muy distinto, intenso, nos sirvió para profundizar las relaciones con nuestros compañeros Nodocentes y además conocer compañeros de otras regionales. Frente a todo lo que se estaba viviendo en nuestro país y en el mundo, las horas de cursada de la licenciatura representaban una vía de escape para sentir que una estaba viva y que estaba haciendo algo positivo.
Entre todos los compañeros nos brindábamos aliento para no dejar porque a veces, frente a las situaciones personales, no teníamos ganas de seguir. Lo cierto es que en esos casos siempre afloraba el “por favor no dejes”, “dale que podemos”, “falta menos” y así fue como nos recibimos con Mario, Mariana, Jorge, Cesar y Adrián. Fue magnífico poder trabajar en equipo con ellos.
No quisiera dejar de remarcar, y agradecer, el aporte realizado por nuestro Secretario General, Norberto Gutiérrez, quien fue el ideólogo de este proyecto hermoso, audaz y de un valor inconmensurable, el cual permite jerarquizar al claustro Nodocente, a través de dos carreras como la de Técnico Superior y la Licenciatura. Considero que esto reafirma nuestro lema:
UNIDOS, SOLIDARIOS y ORGANIZADOS.
